martes, 25 de agosto de 2015

Un crimen bretón

El comisario Dupin es el protagonista de la novela Un crimen bretón (2014), del escritor Jean-Luc Bannalec, seudómino del editor y traductor Jörg Bong. Es la tercera entrega del autor y su policía parisino destinado en la Bretaña francesa.

Georges Dupin sigue en la jefatura de Concarneau. Conduce su querido y viejo Citroën XM. Porta una Sig Sauer de 9 mm. Le gustan mucho los pingüinos y los caballitos de mar. Y también los mapas. Utiliza una libreta de notas Clairefontaine. En el restaurante L'Amiral le preparan un menú para celebrar el cumpleaños de Claire a base de langostinos de Guilvinec, lubina flambeada con Pastis Marin, todo regado con un vino Chenin Blanc. Y de postre, tarta de crepes: una docena de crepes dulces formando capas, con una deliciosa crema pastelera en medio, hecha con leche, yema de huevo y vainilla, especialidad de la dueña del local, Lily Basset.

Otros personajes:

Le Ber es uno de los dos inspectores del equipo de Dupin. Le gustan las novelas policíacas. Quiere ir con su mujer a las Glénan a pescar doradas.

Labat es el otro inspector. Siempre tan diligente. Con cara de crío. Dupin no le soporta, le pone de los nervios.

Nolwenn es la secretaria. Muy eficiente y rápida, y muy muy bretona.

Guenneugues es el Prefecto. Dupin todavía no ha aprendido a pronunciar su apellido.

Sylvaine Rose es comisaria de la policía de Guérande. Una mujer atractiva, de 1,75 de estatura, pelo ondulado y oscuro, largo hasta los hombros. Viste un traje pantalón gris claro, una blusa oscura y unos elegantes botines negros con un tacón considerable. Tiene una voz un poco ronca. Conduce un Renault Laguna nuevo de color azul oscuro.

Chadron es inspectora en Guerande. Pelirroja.

Lilou Breval es periodista del Ouest-France. Se dedica sobre todo al periodismo de investigación.

Me ha gustado mucho Un crimen bretón, del autor franco-alemán Jean-Luc Bannalec. En la misma línea de las dos anteriores, también protagonizadas por el comisario Dupin. Un excelente personaje, que lleva destinado en Bretaña unos cuantos años, trasladado desde París. Cada vez está más integrado en sus paisajes, sus costumbres, su grastronomía, sus dichos y sus leyendas. En este ocasión tiene que adivinar qué está pasando en las famosas salinas de Gueránde. Alguien trata de matarlo cuando las está visitando y más tarde desaparece una periodista que estaba realizando en reportaje de investigación sobre las propias salinas. Más tarde...un cadáver. Nuestro sabueso Dupin en esta ocasión comparte investigación con una comisaria de una población cercana. Lo dicho, novela muy entretenida y recomendable.

2 comentarios:

  1. Las dos primeras, sobre todo la segunda, consiguieron que me sintiera en esa Bretaña que me parece que conozco sin haber estado nunca. Y como novela policial me parecieron muy convincentes y honestas. Espero con interés esta tercera que por lo que dices sigue en la misma línea.
    Saludos!

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