Con el cambio de gobierno en Grecia, a Jaritos y a su jefe, Guikas, se les ha ido al garete su prometido ascenso. Y no solo eso, además se quedan sin cobrar tres meses a causa de otro recorte a los funcionarios impuesto por la troika. Eso si, Kostas sigue leyendo el Dimitrakos y desayunando café con croissant. En casa, su mujer Adrianí toma las riendas económicas de la familia y prepara cenas todos los días para ellos, su hija y su yerno...y para todos los amigos que se apunten. Katerina, su hija, le regala un ordenador para ver si su padre se moderniza un poco.
Otros personajes:
Los miembros de la brigada de Jaritos: Vlasópulos, que es el más experimentado y que tiene graves broncas con su ex. Dermitzakis, que siempre está ahí. Kula, que es la más lista del grupo y que está enseñando a su jefe a manejar el ordenador. Y Papadakis, incorporado recientemente, que además de policía tiene un trabajo de segurata por horas. Espéroglu es el jefe de los Antidisturbios y Dimitriv, de la Científica. Stavrópulos es forense. Gonatás, del grupo antiterrorista. Y Spiridakis, de la Unidad de Delitos Económicos.

No es por ser agorero o pesimista, pero todo ésto me suena muy cercano. Y acabamos con un párrafo de la página 91 de esta edición:
"- Escuche, señor comisario. Mi padre era un gran empresario, un hombre de negocios de mucho éxito. Empezó de cero y, a pesar de todo, a lo largo de su carrera consiguió amasar una gran fortuna. Ningún empresario triunfa en el mundo de los negocios yendo con una flor en la mano. Se aprovechan de sus contactos, sellan alianzas secretas, pagan sobornos, financian ilegalmente a partidos y a personalidades políticas. Eso es lo que les abre el camino hacia el éxito. Mi padre, no obstante, no hablaba nunca de sus aciertos ni de sus relaciones profesionales. Sólo le gustaba hablar de su actividad política clandestina contra la dictadura. Cuando alguien intentaba hablar con él de empresas y de negocios, él cambiaba de tema y soltaba sus batallitas antifascistas de la clandestinidad y en la Politécnica. Para él, su viejo activismo político era como una esponja que limpiaba todo lo demás."
Las expectativas de la trilogía medio aguantaron el tipo con la primera pero quedaron tocadas con la segunda y me da miedo que con la tercera queden hundidas. De ahí que la reserve con recelo. Después de tu post supongo que no tengo más remedio que leerla y ver como acaba todo.
ResponderEliminarSaludos!
Pués compañero aquí no acaba todo. Escuche al propio Márkaris decir que ha escrito un epílogo a estas tres novelas. A mi me gustaron más sus anteriores entregas de Jaritos, pero para saber un poco la situación de Grecia, me parecen interesantes. Ya contarás. Saludos.
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