miércoles, 15 de mayo de 2013

Expediente 64

El subcomisario Carl Mork y su equipo del Departamento Q, el sirio Assad y la extravagante Rose, son los protagonistas de la novela "Expediente 64", del escritor danés Jussi Adler-Olsen. Es la cuarta entrega de esta saga. Ver anteriores entradas.

Carl sigue viviendo en un adosado de Allerod, junto con su hijo postizo Jesper; Hardy, compañero de su misma brigada, que se quedó tetrapléjico después de un tiroteo; y su inquilino Morten Hoolland. Carl está deseando irse dos semanas de vacaciones a Gran Canaria, con su amada la psicóloga Mona, a la que imagina ligera de ropa a su lado. Su ex Vigga insiste en separarse y le reclama el cincuenta por ciento de sus bienes gananciales. A nuestro sabueso le gustan las salchichas a la plancha con sus panecillos y bien de ketchup.

Assad sigue siendo la mano derecha de Carl. A veces se le encuentra con la alfombra de orar desenroscada en el suelo y una densa neblina de vapor de agua de mirto; con el transistor sintonizando algo que podría parecerse al grito de apareamiento del delfín, mezclado con un coro de gospel, reproducido en un magnetofón con la correa motriz floja. En esta ocasión Assad se implica demasiado en la investigación y su vida corre peligro...

Rose, que es una mujer capaz de asumir diferentes personalidades, aparece en comisaria con un bolso del tamaño de una maleta. Se ha puesto un perfume con un pesado aroma a clavo y jazmín. Las uñas esmaltadas en negro. Su despacho es ahora minimalista, gris y blanco. Y viste un enorme jersey gris antracita. A pesar de su carácter a veces tan excéntrico, Rose es capaz de cualquier cosa por ayudar a sus dos compañeros.

También aparecen las dos secretarias, Lys, según Carl, muy sexy, que tiene unas paletas cruzadas en una sonrisa demoledora; y la señora Sorensen, un mamarracho amargado que sólo se levanta del asiento para ir al baño, pero que ha estado en un cursillo de Programación Neurolingüística y parece otra. Terje Ploug es un policía de homicidios que fuma en pipa. Marcus Jacobsen es el inspector jefe de homicidios. Y Tomas Lauren, ex perito policial muy cualificado, ahora encargado de la cantina.

Me ha gustado mucho este "Expediente 64", en el mismo tono que las tres anteriores de este Departamento Q. Una muy larga y enrevesada investigación, con denuncia social, emocionante y emotiva. Revela cómo a través de un prestigioso médico que está al frente de un partido de tintes fascistas, muchas mujeres son llevadas a lo que en apariencia es un hospital psiquiátrico, pero que en realidad es una cárcel, donde son maltratadas y sometidas a operaciones sin que ellas mismas lo sepan. Es un suceso real, novelado, dentro de un oscuro capítulo de la historia reciente de Dinamarca. Excelentes los personajes centrales, Carl, Assad y Rose; que por cierto,  también tienen su momento para el humor y la ironía, recomiendo leer con detenimiento para echar unas risas entre las páginas 373 y 374, cuando entre todo el equipo tienen una auténtica disquisición de cómo dejar la tapa del wc después de orinar. Bromas aparte, lo dicho, una lectura negra muy recomendable. Quien quiera conocer un poco más al autor, www.jussiadlerolsen.com

2 comentarios:

  1. A mí me ha gustado algo menos que los anteriores, no sé si lo esperaba con tantas ganas que me ha decepcionado un poco, pero bueno, es entretenido y tiene cosas muy graciosas, como la discusión que comentas sobre la taza del water. Saludos, Julio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pilar, a mí ésta entrega me ha parecido especialmente emotiva. Me ha gustado mucho la denuncia sobre el mal trato a las mujeres. Un beso.

      Eliminar