El comisario José Luis Álvarez tiene, más o menos, 30 años. Es amable y cordial, meticuloso y ordenado de forma enfermiza. No le gusta hablar más de lo necesario. Casado, en un portafotos de su despacho tiene a su hijo Marquitos. Tiene un IPhone 4. Cuando viste de paisano suele llevar una camisa blanca remangada a la altura del codo, jeans desgastados y ajustados, con un cinturón denim con la hebilla cromada y zapatos de vestir.
Otros personajes:
Luis Valcárcel es detective de la misma comisaría. Tiene 38 años y mide 1,85. Seductor y machista. Conduce una Honda CBR color naranja. Le han hecho un gran tatuaje chicano. Viste una camiseta ajustada serigrafiada con una imagen de Johnny Ramone. Siempre cena fuera de casa. Les gustan los restaurantes asiáticos.
Oscar Suárez es el otro detective de la brigada. Más discreto que su compañero, no se parecen en nada, son como el agua y el aceite. Suele ponerse una camisa azul cielo de manga corta, debajo una camiseta de algodón blanca, dockers beige y náuticos color marrón oscuro. Se come una baguete de salami para desayunar. También motero, cuida y mima su Sporster Iron 883 traída desde Estados Unidos expresamente para él.
Luis Gutierrez "Guti" es otro poli de la misma jefatura, muy eficiente, mujeriego, indómito y muy ególatra.
Umberto Ferraz es forense. Es un enamorado y estudioso de la muerte. Suele rezar antes de iniciar las autopsias.
Raquel Peral es abogada del bufete Estrada & Peral. Estudió la carrera de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Es una mujer de complexión fuerte. Invita a una cliente a comer en el restaurante El Zagal, cerca de la estación de Atocha, un excelente arroz negro. Se hace con una antigua Smith & Wesson, que fue propiedad de su padre. Conduce un viejo Opel Corsa rojo.
Guadaña, mercenario y un auténtico sádico. Viste un abrigo tres cuartos de raso marrón claro, un blazer marrón oscuro, una camisa blanca, una corbata vainilla, un pantalón beige; y cinturón y zapatos a juego con la chaqueta. Cuando descuartiza a sus víctimas dice que es hacer "arte con el cuerpo humano".
"El vástago de la muerte" es una auténtico thriller negro. Un mercenario es contratado por el Ministerio de Defensa español para acabar con la vida de quien parece que se ha adueñado de material sensible. Se trata de algo que puede producir un auténtico escándalo de corrupción, que implicaría a varios políticos y militares de alto rango. No obstante, Guadaña no es sólo un mercenario, es un auténtico asesino en serie. No se contenta solo con matar a la gente, sino que se recrea en torturas y toda clase vejaciones inimaginables hacia sus víctimas. Pero algo sale mal y tiene que acabar con varios testigos. La novela acaba en una persecución que va dejando un reguero de muertes violentas a su paso. Lectura recomendable, sobre todo, para seguidores de homicidas en serie que provocan muertes atroces.
Carlos Venegas es madrileño de nacimiento y cordobés de adopción. Tiene 34 años. Licenciado en Historia del Arte, es ilustrador y diseñador gráfico freelance. "El vástago de la muerte" es su primera novela. El autor ha decidido donar el 10% de los beneficios que obtenga a la Asociación Española Contra el Cáncer y a la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia.
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Muchas gracias por la reseña Julio, todo un honor. Un saludo!
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