Tirso Salcedo es inspector de una Brigada de Homicidios de una comisaría de Madrid. Tiene que trasladarse a un pueblo, La Duda, en la frontera extremeña entre España y Portugal. Esta población está atravesada por el río Sever. Corre el año 1935. Mientras en España gobierna la Segunda República, en Portugal acaba de instaurarse el Estado Novo del dictador Salazar. Salcedo conduce un Ford A Tudor de 1930 negro. Viste un traje marrón. Recuerda mucho a Marisa, su ex mujer, que le ha abandonado después de 15 años de matrimonio.
Otros personajes:
Lucio es un niño de La Duda que tiene mucho protagonismo en esta narración. Acompaña a Salcedo, es como su ayudante y guía. Le gusta mucho leer y los pasteles de merengue.
Venancio es el cura. Ateo, no para de darle al aguardiente. Es bajo, rechoncho, sesentón y con los mofletes colorados.
Don Aurelio Gallarosa es el alcalde. Suele masticar un palillo alojado en la comisura de los labios. Viste camisa blanca abotonada al cuelo, pantalones de pana marrón y alpargatas de esparto.
Don Julián es el médico del pueblo, siempre quejándose que le faltan medios para poder hacer bien su trabajo. Es un hombre de ciencia, curtido en las lecturas de la Ilustración. Quiere ingresar en la masonería. Ha estado un año entero estudiando ciencia forense en la Universidad de Salamanca.
Tobías regenta un bar. Es leonés -berciano, dice él-. Ha viajado mucho de un lado para otro, casi siempre dedicado al comercio y al juego.
Manuel Santos es el Delegado del Gobierno de la República de Portugal en La Dúvida, población fronteriza y que hasta hace poco era parte de La Duda.
Y Mario Douro, La Estirá, La Marcelina o el tío Palomas, que son unos logrados personajes secundarios.
Excelente novela, Nunca te fíes de un policía que suda. Me ha gustado mucho. En mi opinión estamos ante una novela negra y algo más, ¿costumbrista, rural?, muy bien ambientada y con unos extraordinarios personajes. Mantiene la expectación hasta prácticamente el último párrafo. Todo comienza con la llegada de un inspector de policía a un pueblo perdido de Extremadura, donde hace un calor de justicia y en el que días atrás ha aparecido el cadáver de una joven brutalmente asesinada. Es una gozada conocer a los habitantes de La Duda, sus costumbres, sus manías, sus odios y sus quereres. Y además, con un gran desenlace. Repito, una excelente novela que con un poco de retraso traemos a este blog. No te la pierdas.
Antonio Gómez Rufo nace en Madrid en el año 1954. Estudia en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma. Entre otras cosas fue asesor cultural del grupo parlamentario del Partido Socialista Popular, y en 1983 dirigió el Aula de Cultura del Ayuntamiento de Madrid. Colaboró con diferentes medios de comunicación como El Independiente, El Sol, El País o El Mundo. Ha publicado varias novelas y ha conseguido diferentes premios, como el III Premio Valencia Negra, por la novela que hoy reseñamos; o el Fernando Lara de Novela 2005 por El secreto del rey cautivo. Ha sido guionista de la serie de televisión Blasco Ibañez, la novela de su vida, y de la película París, Tomuctú, ambas de Luis G. Berlanda, de quien publicó una biografía. En teatro, escribe y dirige Intimísimas y Muñecas de cristal. Su último título publicado es "Madrid. La novela" en marzo de este 2016.
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